Pués como reza el título, esta semana le dedicamos tres tardes a dejar el SLK de Montousse como se merece cualquier roadster. Pues aunque no tenía grandes desperfectos de pintura, se le notaba la falta de mimos sufrida por la pintura hasta su adquisición por parte de nuestro colega.

Al final resolvimos la cuestión con un descontaminado de carrocería y cristales con la Clay bar, un pulido en dos fases con pulimento Memzerna de grado medio y fino, con sus correspondientes 2 pads de distinta dureza y finalmente la aplicación de una cera sintética.
Ya metidos en faena hidratamos las gomas con Gummy y acondicionamos también los neumáticos.

Como nos íbamos dando relevos con el pulido, el que "descansaba" iba acondicionando el interior. Así el coche quedó finalmente listo el viernes. Tras unas 15 horas de trabajo o algo más repartidas por la semana.
Cabría destacar la dureza del barniz cerámico que trae el SLK.

Con la ilusión de ponernos manos a la obra no hicimos fotos del antes, pero he de decir que el dueño estaba desencantado por como Lucía sobre todo al lado de los roadsters de club, que siempre lucen impecables. Ahora está encantado con el resultado y tiene ese plus de haberlo hecho él.

Las fotos no son muy buenas, pero al menos alguna hay.

Así quedó el coche el viernes al atardecer. Quedaba "estrenarlo" así que cómo el sábado había ruta y Montousse y Yoli no podían acudir, quedamos para tomar el Vermú el domingo en Moraña y dar un pequeño paseo.

Las fotos  siguientes son de esa mañana donde hubo también un intercambio de monturas, probando yo, el BMW X1 de Yoli y llevando Ramón mi Z4.