Hola a todos, saludos cordiales
Ya en casita, después de estos estupendos días por el Norte, rememorando algunos de los buenos momentos pasados.
El viernes, después de los “cambalaches” que tuvimos que hacer para poder salir, por fin, nos parecía mentira haber pasado La Canda y el Padornelo y estar en Galicia, pero sí, acabábamos de entrar en Galicia y a las pruebas me remito:

Algo perdidos, buscando San Clodio, pasamos por esta curiosa ermita; el calor apretaba de lo lindo

Por fin, llegamos a San Clodio, parada y fonda, con piscina y monasterio casi para nosotros solos, ya que sólo había otra habitación ocupada (por la noche la recepcionista se va, cierra la puerta del Monasterio y te deja la llave) y la verdad es que daba un poco de miedo; el silencio era sobrecogedor.



Ya el sábado por la mañana en A Chairiña, por fin el reencuentro y la alegría de ver a amigos conocidos y a las nuevas caras, señal de que esto del aislamiento, lo vamos superando








En el Monasterio de Oseira, impresionante lugar, lástima que estuviera cerrado.

Mientras unos disfrutaban en el Circuito de Choqueiro peleándose con las curvas, otros se estaban peleando con Estrella de Galicia y por el momento, iban ganando

Algunas intrépidas reporteras, aún con riesgo para su integridad, se empeñaban en inmortalizar el momento, tras la comida del sábado; espero que pronto veamos la foto al revés

Por fin, llegamos a La Casa Grande de Rosende, algo escondida y con camarero y dueño un poco “esaboríos”, pero muy curiosa, por lo que mereció mucho la pena, pasar por allí.
El domingo en el Mirador , disfrutando del Sil:


En Monforte, impresionante la mole de los Salesianos, de la que solo pudimos ver la Iglesia (el resto estaba cerrado), así que nos fuimos a ver el Museo del Ferrocarril (que también estaba cerrado), por lo que acabamos en el Parador, tomando una memorable tarta de Santiago.

En la puerta del Parador, esperándonos, para seguir dándonos satisfacciones y portándose hasta el final como un jabato, en su primera Concentración.
Con el calor que hacía y el motor tan escondido, pensaba que iba a dar algún problema, pero nada de nada.

Ya no tengo más fotos.
Me hubiera gustado hacer algunas fotos en la Ruta hacia Folgoso do Caurel y la salida hasta Piedrafita, pero la batería dijo basta, una pena, porque la ruta era espectacular.
Así, que . . . .esto es todo, amigos